Con mi cara roja,
mi ojo negro
y mi vestido verde
el campo alegro.
(La amapola)
Unas manchas encarnadas
entre los trigales
son notas coloradas
que alegran a los zagales.
(La amapola)
En el monte fue nacido
lo que nunca fue sembrado;
tiene las patitas verdes
y el bonete colorado.
(La amapola)
Yo sé de una campanilla
que tan de quedito toca,
que no la pueden oír
no más que las mariposas.
(La campanilla)
Ciento cincuenta y una vocal,
cinco y articulo una flor dan.
(El clavel)
Soy como hierro labrado,
en el nombre, no en color,
es suavísimo mi olor,
con agua y sol me he criado,
asomado a un corredor.
(El clavel)
Una especie de corona
de color
que atrae a los visitantes
a la flor.
(La corola)
Suele tenerla la rosa
y también la tiene el pez,
aunque no se parecen en nada,
¿sabes tú que puede ser?
(La espina)
Amarilla en el centro,
blanca por fuera.
Si fuera huevo,
estaría en la nevera,
pero como no lo soy
aparezco en primavera.
(La margarita)
De la mar salió mi nombre
y tan desgraciada nací
que huyendo de mi desgracia
contra una garita di.
(La margarita)
Soy la flor del indeciso
y del adivinador,
todos me arrancan los pétalos:
sí, no, sí no, sí, no.
(La margarita)
No me olvides mi vida
te digo con una flor,
en ella está resumida
la dulzura de mi amor.
(Nomeolvides)
¿Cuál de las flores
las cinco vocales
lleva en su nombre?
(La orquídea)
Pura como el aire puro,
perversa como un traidor,
rojo es su color oscuro
y su aroma embriagador.
(La rosa)
¿Cuál es la flor
que es más hermosa,
de más color
y más preciosa?
(La rosa)
Tul y no es tela,
pan, pero no de mesa.
(El tulipán)
Quita una «ene» a violenta
y quedará un color
que además es una flor
aunque no huele a menta.
(La violeta)
Desde que nací soy viuda,
y lo más extraño ha sido
que nunca me vi casada,
ni he conocido marido.
(Flor de la viuda)