Ha bogado muchas veces,
ya lo creo,
entre togas de los jueces,
por un reo.
(El abogado)
Preparo el terreno
y la semilla siembro;
siempre esperando
que el sol y la lluvia
lleguen a tiempo.
(El agricultor)
Ni torcida ni inclinada
tiene que estar la pared,
para eso tengo plomada
y me ayudo del nivel.
(El albañil)
Hago paredes,
pongo cimientos
y a los andamios
subo contento.
(El albañil)
Todos los días del año
me levanto muy temprano
a quitar los desperdicios
y basuras de tu barrio.
(El barrendero)
Con una manguera,
casco y escalera
apago los fuegos
y las hogueras.
(El bombero)
Con madera de pino,
de haya o de nogal
construyo los muebles
para tu hogar.
(El carpintero)
Caminar es su destino
y, yendo de casa en casa,
de su valija de cuero
saca paquetes y cartas.
(El cartero)
La cartera, compañera,
me acompaña con frecuencia,
voy de portal en portal
llevando correspondencia.
(El cartero)
Agita el cartucho,
carga la pistola,
pasa un algodón,
y con un azote
pone la inyección.
(La enfermera)
No soy bombero,
pero tengo manguera
y alimento a los coches
por la carretera.
(El "gasolinero")
Tocando el silbato
y moviendo los brazos
ordeno y dirijo
los coches del barrio.
(El guardia de tráfico)
Vivo junto al bosque,
mi casa es de piedra,
yo talo los árboles
y corto madera.
(El leñador)
Un valiente domador
que tiene la intrepidez
de enseñar a la niñez.
(El maestro)
¿Quién es aquel caballero
que me causa maravilla,
que mientras alzan la hostia,
está sentado en su silla?
(El organista)
Con unos zapatos grandes
y la cara muy pintada,
soy el que hace reír
a toda la chiquillada.
(El payaso)
Se puede quedar sin duros
por culpa de los peludos.
(El peluquero)
En vez de dar, quita,
cobrando su paguita.
(El peluquero)
Mi pueblo es costero,
sueño con el mar,
en mi viejo barco
me voy a pescar.
(El pescador)
Sobre lienzo, o en papel,
que bien aplica el color,
con lápices o pincel.
(El pintor)
Con destreza y sin desastre
hace las mangas al traje
(El sastre)
Bajo la bandera
para iniciar la carrera.
(El taxista)
Con traje de luces
estoy en la plaza,
delante de un bicho
que, a veces, me mata.
(El torero)
Sin ser cojo usa muleta,
y espada larga de acero,
y ante el toro no se inquieta.
(El torero)
Tengo los zapatos rotos
por la suela y el tacón,
¿quién me los arreglará
con la aguja y el punzón?
(El zapatero)